Válvula aórtica mecánica

Por suerte, desde hace décadas podemos sustituir una o más válvulas cardíacas por válvulas artificiales del corazón y prolongar la esperanza y la calidad de vida de muchos pacientes. Incluso somos capaces de llevar a cabo, si se precisa, la anuloplastia en la base o anillo valvular. Dentro de las insuficiencias valvulares, la aórtica suele ser la que debemos vigilar con mayor cuidado. La operación para colocar una válvula aórtica mecánica permite corregir estenosis, e insuficiencias, así como corregir algunas cardiopatías congénitas.

Hoy vamos a ver por qué seguimos confiando en las válvulas artificiales, sobre todo para el reemplazo de la válvula aórtica.

¿Qué es una válvula aórtica mecánica?

El corazón presenta cuatro válvulas que se abren y se cierran gracias a unas valvas y al propio movimiento alterno de sístole y diástole. La válvula aórtica regula el flujo de sangre desde el corazón hacia la arteria aorta. De ahí pasa a otras arterias, hasta alcanzar todos los órganos.

Una válvula aórtica normal posee tres valvas, que deben cerrar el conducto completamente cuando corresponde. Cuando la válvula aórtica solo tiene dos valvas o velos de tejido, hablamos de válvula aórtica bicúspide y de una cardiopatía congénita que afecta a un 1-2 % de la población.

Lo importante es que cada válvula funcione correctamente, de modo que, si una válvula aórtica bicúspide desempeña bien su tarea, no existe necesidad de reemplazo, en principio.

Sin embargo, puesto que la mayoría de afecciones de la válvula aórtica son graves y tienden a empeorar con el tiempo, antes de que el corazón experimente daños irreversibles, solemos optar por el reemplazo valvular. Y, al existir un gradiente de presiones tan acusado a la entrada y a la salida de la válvula aórtica, la elección por defecto es el reemplazo con una válvula aórtica mecánica, aunque se esté trabajando en mejorar las biológicas.

Una válvula aórtica mecánica es un dispositivo realizado en materiales resistentes e inertes, como el titanio, capaz de llevar a cabo el mismo trabajo que una válvula sana, aunque su estructura pueda diferir mucho.

Siempre que se reemplaza una válvula cardíaca con una artificial que contiene materiales inorgánicos (titanio, grafito, plástico o polímeros especiales), hablamos de válvulas mecánicas.

En los casos en que todo el material consiste en células y tejidos animales, tanto si procede de animales como si se ha obtenido a partir de células humanas o por el cultivo de células en un laboratorio, pasamos a usar el término válvula artificial biológica. No existen válvulas artificiales biológicas confeccionadas a partir de células no animales, porque la estructura celular y el modo de funcionamiento de la misma hace su uso inviable.

Válvula aórtica mecánica

¿Cuánto tiempo dura una válvula aórtica mecánica?

Las válvulas aórticas con las que se trabaja en la mayoría de hospitales ya garantizan una vida útil superior a 30 años. Para ser prudentes, comentamos a nuestros pacientes que, a partir de los 20 años de su colocación, podría ser necesario un reemplazo, pero insistimos en que cada vez se fabrican válvulas artificiales con materiales más duraderos, incluso si hablamos de las que van a sustituir a la válvula aórtica del paciente.

Si el paciente recibe una válvula aórtica mecánica de las más innovadoras y lleva un estilo de vida sano, el tiempo de vida útil de su dispositivo se estima que rondará los 55 años.

¿Es mejor una válvula aórtica mecánica o una biológica?

Las válvulas aórticas biológicas no superan un tiempo de vida útil promedio de 10 años, de momento. Esto condenaría a una persona joven o a un niño a varias cirugías a lo largo de su vida, y toda operación implica un riesgo.

Sin embargo, el cirujano cardiólogo debe meditar su elección cuando la persona presenta cierta edad porque no disponemos todavía de datos suficientes sobre los nuevos modelos de válvulas biológicas y su comportamiento con el paso de los años, aunque sí tienen una ventaja importante: se pueden colocar por vía percutánea, mediante un cateterismo.

Las publicaciones sobre la esperanza de vida de los pacientes tras las cirugías de reemplazo valvular son también complicadas, por lo limitado del tamaño de las muestras a estudiar: por suerte, poca gente necesita reemplazar una válvula del corazón. Hay estudios que apuntan tímidamente a una mayor supervivencia con las válvulas mecánicas en el caso de personas jóvenes, y una tendencia invertida en los pacientes de edad avanzada. Insistimos en que estos estudios clínicos deben manejarse con cuidado, por limitaciones de tipo estadístico.

Por último, si nos fijamos en la calidad de vida en los años posteriores a la cirugía, la diferencia suele venir marcada por si el corazón con insuficiencia o estenosis aórticas ya mostraba o no otros daños. En todos los casos el paciente mejora, aunque si el corazón presenta lesiones, la calidad de vida no va a ser la misma que la de los pacientes que quedan con un corazón estructuralmente perfecto.

¿Cuándo y por qué se realiza el reemplazo de la válvula aórtica?

La mayor parte de las cirugías de reemplazo de la válvula aórtica se realizan para resolver una insuficiencia moderada o severa. Cuando es leve, el cardiólogo decide si opera de inmediato u si observa la evolución, atendiendo a criterios como la edad del paciente y su respuesta a una serie de fármacos.

Los otros dos pacientes candidatos a esta cirugía son los que nacen con cardiopatías congénitas complejas, en las que la válvula aórtica se ve afectada en estructura o funcionamiento, y quienes presentan estenosis aórtica, que consiste en un estrechamiento en el proceso de apertura y es responsable de que el corazón trabaje más.

Los pacientes que han sufrido fiebre reumática tienen mayor riesgo de sufrir malformaciones adquiridas en la válvula aórtica, sobre todo estenosis, que el resto de la población nacida con esta válvula completamente sana. Las malformaciones cardíacas causadas por la fiebre reumática se producen durante el episodio o episodios, de ahí la importancia de la profilaxis en pacientes que hayan demostrado ser positivos a esta enfermedad en alguna ocasión. Haber sufrido fiebre reumática no aumenta el riesgo de necesitar un reemplazo valvular cuando se ha superado el episodio sin que este haya causado daños estructurales en las válvulas u otras zonas del corazón.

Los problemas de funcionamiento en la válvula aórtica suelen ser los que causan mayores daños irreversibles en el corazón con el tiempo. Por este motivo, y dada la dilatada experiencia que ya tenemos con el reemplazo valvular, salvo en casos leves, aconsejamos la cirugía. La válvula aórtica mecánica es la elección por defecto en pacientes jóvenes, por su larga vida útil esperada, y se coloca en muchos pacientes de edad avanzada también, tras meditar los pros y los contras.

Menú