Cuando hay que afrontar una operación de corazón es normal que surjan todo tipo de dudas relacionadas con la propia intervención y con el antes y el después. Además de desear conocer cómo es una operación a corazón abierto, cualquier paciente va a querer saber cómo va a ser el postoperatorio de esta cirugía cardiaca.
La explicación a esto es que la mayoría de las personas que deben someterse a este tipo de intervenciones saben que de este proceso de recuperación va a depender el éxito total de la intervención y su calidad de vida en el futuro.
El postoperatorio en el hospital
En las operaciones de corazón no se puede decir que todo acaba cuando termina la intervención, ahora comienza el periodo de recuperación que en su fase inicial se produce en la unidad de cuidados críticos cardiovasculares y posteriormente en planta de hospitalización.
La Unidad de Cuidados Críticos Cardiovasculares o Unidad de Recuperación Anestésica
Una vez el paciente esté preparado para abandonar el quirófano, será trasladado a la Unidad de Críticos Quirúrgicos Cardiovasculares, donde permanecerá hasta que sus constantes vitales sean normales y pueda ser derivado a planta.
Cuando entre en esta Unidad lo más probable es que concurran las siguientes circunstancias:
- Estar aún anestesiado, o muy adormecido, y depender de respiración asistida (intubación).
- Llevar una sonda nasogástrica para evitar vómitos y otra urinaria para evacuar la orina.
- Estar conectado, por medio de electrodos y cables, a diferentes máquinas que monitorizan las constantes vitales.
- Tener tubos de drenaje mediastínico (habitualmente dos).
- Llevar las vías necesarias para la administración de los medicamentos que precise.
A medida que comiencen a desaparecer los efectos de la anestesia, se irá empezando a recuperar la consciencia y, a medida que se recupere se le irá informando al paciente de todo lo que este solicite para evitar crear una sensación de temor.
Lo primero que puede alarmar es no poder hablar, lo cual no debe resultar preocupante, ya que es debido a la intubación. Esta será retirada en cuanto se compruebe que los pulmones cumplen su función y ya puede respirar por sí mismo.
Con el paso de las horas y a medida que se observe una estabilización general y el paciente se encuentre mejor, se procederá a retirar todo aquello que resulte superfluo para que pueda comenzar a moverse. También empezará la fisioterapia respiratoria y se analizará el grado de dolor para pautar la analgesia adecuada.
Por lo general a las 24/48 horas, y dependiendo de la evolución, ya se estará en disposición de pasar a planta.
La recuperación en planta
Una vez se recibe el visto bueno para salir de la Unidad de Críticos Quirúrgicos Cardiovasculares, el paciente será trasladado a una planta del hospital específica para postoperatorios cardiovasculares, donde estará controlado por un equipo de enfermería especializado.
El tiempo que se estima de estancia suele ser de 5 a 8 días, dependiendo de los distintos procedimientos, ya que hay que comenzar la rehabilitación física, continuar con los ejercicios respiratorios.
Cuando el paciente pueda valerse por sí mismo en las pequeñas cosas (ir al baño solo, respirar sin dificultad, comer sin problema) y se verifique que no hay malas cicatrizaciones, ni infecciones asociadas, y se compruebe que la operación realizada ha conseguido que su corazón funcione perfectamente. Estando bien la radiografía de tórax, la analítica y el electro, será el momento de volver a casa.
La recuperación en casa
Antes de partir para casa el paciente recibirá unas instrucciones dónde se le explica la manera de hacer las curas, la alimentación a seguir, el ejercicio a realizar y los medicamentos a tomar. Esto irá acompañado de los informes que, tras la consulta con el médico de cabecera, este será quien asigne una cita con el cardiólogo para que ambos coordinen un seguimiento, tanto de la medicación, como del estado general.
La vuelta a la rutina puede ser al principio un tanto restrictiva, ya que habrá muchas cosas que no se podrán hacer, bien por precaución o por la falta normal de fuerza, y en ocasiones también, por la falta de ánimo.
¿Cuánto tarda alguien en recuperarse de una operación de corazón?
La recuperación es progresiva y depende de la intervención, de la persona y de los factores internos y externos intrínsecos a cada uno. A medida que se sale de la apatía producida por la operación y los calmantes, curan las heridas y deja de ser necesario el uso de fajas u otras prendas protectoras lo más normal es que se vayan recuperando las ganas de comer, de vestirse, de salir, etc.
De ser así, en unos dos meses se volverá a llevar una vida completa y normal con la única diferencia de tener que realizar las revisiones programadas.
Atención y cuidados
En este punto la presencia de la familia o de personas de asistencia, es fundamental. Al principio el cansancio y el dolor torácico impedirán que la persona se valga por sí misma y, tampoco podrá conducir ni hacer esfuerzos, con lo cual es necesario ayuda externa para las tareas más básicas. Esta también es necesaria para hacer las curas y vigilar la evolución en general; además de servir de acompañamiento en unos momentos en que el venirse abajo es frecuente.
Que el paciente sepa cómo es una operación a corazón abierto a la que tiene que someterse es crucial para que esté preparado, tanto física como mentalmente, cuando llegue el momento. Pero si además conoce lo que es el postoperatorio de una cirugía cardiaca, perderá por doble partida el miedo a lo desconocido y su actitud será mucho más positiva y colaborativa.