Tipos de operaciones de corazón

Dentro de las patologías del corazón hay que distinguir dos grandes grupos, las que aparecen con el paso del tiempo por diferentes motivos y las congénitas que son aquellas con las que se nace. En ambos casos la cirugía cardiaca es, por norma general, la manera de mitigar sus efectos cuando no existen medicamentos ni otro tipo de tratamientos que lo logre. Los tipos de operaciones de corazón que más se realizan son a corazón abierto, ya que en las patologías que se presentan con más frecuencia es necesario detener este órgano para poder actuar sobre él.

Para afrontarlas con seguridad es importante contar con un servicio de cirugía cardiaca como el de la Paz en Madrid dónde hay equipos multidisciplinares dedicados por completo a estas intervenciones.

Tipos de operaciones de corazón

Bypass coronario

Esta operación es uno de los tipos de operaciones de corazón más conocidas es necesaria cuando la enfermedad que la provoca, la arterioesclerosis coronaria, se agrava y ya no puede ser tratada con medicación ni dieta. En esta patología las arterias coronarias se estrechan y la circulación de la sangre dentro del corazón falla, y esto se debe a la acumulación de grasa, colesterol, calcio y otras sustancias en las paredes arteriales. Esta unión crea placas sólidas que al aumentar de grosor obstruyen, cada vez más, el paso de la sangre provocando dolor en el pecho, falta de aire y, en el peor de los casos, el fallo cardíaco.

Con la intervención de bypass coronario lo que se hace es puentear la zona obstruida usando un trozo de vaso sanguíneo sano, del cuerpo del paciente para evitar rechazos, y derivar a través de él la circulación de la sangre oxigenada.

Para intervenir es necesario realizar una apertura del tórax con la técnica de la esternotomía media y parar el corazón, y durante el tiempo que necesite el cirujano la sangre sigue circulando por el organismo del enfermo gracias al uso de una máquina corazón-pulmón.

Sustitución y reparación valvular

El corazón cuenta con cuatro válvulas que son las que permiten el flujo sanguíneo el interior del corazón en una sola dirección y evitan su retroceso. Con cada latido las válvulas se abren y se cierran permitiendo el paso de la sangre e impidiendo que se mezcle la arterial con la venosa. Cuando alguna falla es cuando se originan patologías que pueden ser leves y remitir con medicación, o graves y requerir de cirugía.

Las válvulas mitral y aórtica, situadas en el lado izquierdo del corazón, son las que con más frecuencia fallan y bien lo hacen en su apertura, provocando estenosis, o en su cierre provocando regurgitación. En ambos casos la situación es compleja y es necesaria la cirugía bien para repararlas o para sustituirlas.

Si el fallo no es muy grave y puede solucionarse con una reparación hay técnicas poco invasivas que pueden utilizarse. Si es grave el procedimiento quirúrgico es similar en cuanto a técnica al del bypass, una operación a corazón abierto, pero con la particularidad de que es necesario abrir también las cavidades del corazón.

En el caso de que las válvulas necesiten ser reemplazadas hay que hacer unas nuevas y pueden fabricarse bien con materiales artificiales como el carbono o el titanio, o con materiales biológicos, como el tejido humano o el animal. Las primeras son las llamadas mecánicas y aunque tienen una mayor duración comprometen al enfermo a tomar anticoagulantes de por vida, y las segundas, tienen una duración más limitada, sin embargo, no obligan al paciente a tomar medicación para la coagulación.

Trasplante de corazón

La sustitución de este órgano se hace necesaria cuando, bien sea por una enfermedad sobrevenida de tipo vírica o bien por arterioesclerosis graves, fallos en válvulas o traumatismos el corazón se daña de forma grave e irremediable.

Esta operación está condicionada en primer lugar a una evaluación previa del enfermo en la que siguiendo determinados parámetros se determinará si el paciente es apto para recibir un nuevo órgano, o no. Entre estos se encuentra valorar la expectativa de vida a posteriori bien ya comprometida por la edad o por el padecimiento de otras enfermedades graves.

Una vez se es candidato a un trasplante, y siempre a la espera de que aparezca un donante cuyo corazón sea compatible, comienzan los preparativos necesarios para poder realizarla en cualquier momento, ya que no es una operación programable.

La técnica utilizada varía dependiendo de la anatomía del paciente y de la del corazón que va a recibir. Y también de sí se plantea una sustitución inmediata o se contempla la posibilidad de mantener ambos órganos vivos durante un corto periodo de tiempo en el que se comprobará el funcionamiento del nuevo.

Cualquiera que sea la técnica usada siempre va a ser necesario la conexión del paciente a una máquina de circulación extracorpórea y de una toracotomía que permita retirar el órgano dañado e introducir el nuevo.

La posibilidad de rechazo es la espada de Damocles en este tipo de operaciones, ya que nunca desaparece del todo y fuerza a medicar al paciente de por vida con inmunodepresores con la esperanza de evitarlo.

Algunas de las patologías que conducen a necesitar de un tratamiento quirúrgico podrían evitarse si adoptáramos desde pequeños hábitos de vida saludables, otras, en cambio, al tener su origen en problemas genéticos de nacimiento es imposible evitarlas.

En la actualidad el éxito de estos procedimientos es muy alto, y la tasa de mortalidad cada vez más baja, siempre habrá alguna ocasión en que este triunfo no se pueda alcanzar por motivos inesperados como ocurre en algunas esperas a trasplantes de corazón.

 

Si tienes cualquier duda sobre los tipos de operaciones de corazón, dolencias cardiacas, su prevención o su tratamiento contacta con nuestro equipo y solicita una consulta telemática para que podamos comenzar a orientarte.

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