Qué es un aneurisma aórtico

Tanto si eres médico como si no, seguramente habrás escuchado el término alguna vez y sepas que un aneurisma en la arteria aorta no es algo trivial. Por eso, hoy vamos a explicarte qué es un aneurisma aórtico, qué tipos existen, cuáles son los síntomas que pueden hacerte sospechar y cuándo consultar con un cardiólogo.

A continuación, veremos cómo se trata este problema, cuándo hay que operar con urgencia y el pronóstico.

En qué consiste un aneurisma aórtico

La arteria aorta sale del corazón con la sangre oxigenada en dirección a los diferentes órganos del cuerpo. Al salir del corazón adopta la forma curva de un cayado, y después desciende a través del tórax y del abdomen hasta las vías urinarias. Cuando, en alguna parte de todo este recorrido, una zona de la aorta presenta un ensanchamiento, decimos que hay un aneurisma aórtico.

Estimamos que cerca de un 4 o un 5 % de los hombres mayores de 60 años y en torno al 2 % de las mujeres de esa misma franja de edad presentan uno o más aneurismas en la aorta, casi siempre asintomáticos.

Los aneurismas aórticos tienden a ir aumentando de tamaño, aunque pueden hacerlo con velocidades muy dispares de un paciente a otro. El peligro de tener uno o más de gran volumen y no saberlo radica en la posibilidad de que se rompan solos o a consecuencia de un traumatismo.

Esto es algo peligroso y, por ese motivo, procedemos a operar antes de llegar a ese punto. La buena noticia es que, en muchos casos, la cirugía reparadora y preventiva se puede planificar con antelación.

Tipos de aneurismas de la arteria aorta

Dependiendo de la región de la aorta donde se localiza el aneurisma

  • Aneurisma aórtico torácico, si se localiza en el tórax.
  • Aneurisma aórtico abdominal, en el resto de los casos.

En función de la forma del aneurisma

  • Fusiformes o de forma ahusada. En estos casos, las dilataciones en la pared de la aorta son homogéneas.
  • Saculares. Cuando hay una zona muy concreta de la pared que presenta mayor dilatación.
  • Falso aneurisma o pseudoaneurisma en la aorta. No siempre se menciona entre los tipos de aneurisma de aorta porque no afecta a ninguna de las tres capas de la pared de la arteria. Sin embargo, al poder romperse, debe tratarse también.

Según su causa u origen

No está claro al 100 % qué desencadena el aneurisma aórtico. Sí sabemos que existen una serie de factores de riesgo y que la edad avanzada contribuye al aumento de la presencia de esta cardiopatía adquirida. A continuación, dejamos un listado con esas variables de riesgo:

  • Enfermedades genéticas. Algunas, como el síndrome de Turner, se asocian con un mayor riesgo. También debemos tener en cuenta si existen más casos de aneurismas aórticos en la familia, aunque no existan enfermedades genéticas.
  • Ser varón, de edad avanzada, de etnia caucásica.
  • Presentar factores que elevan el riesgo de accidente cardiovascular como son la dislipemia no controlada, la hipertensión o el tabaquismo.
  • Alteraciones en la válvula aórtica.
  • Tendencia a la inflamación de los vasos sanguíneos, generalmente a causa de alguna enfermedad concreta.
  • Haber pasado recientemente determinadas infecciones víricas o bacterianas. Los aneurismas infecciosos afectan al propio vaso sanguíneo, en este caso a la arteria aorta, y son poco frecuentes, aunque no deben descartarse cuando hay o ha habido hace poco ciertos cuadros con infección.

Síntomas

La mayoría de aneurismas en la arteria aórtica son asintomáticos, al menos mientras la dilatación no alcanza niveles importantes. Hablamos, por tanto, de cerca de un 75 % de pacientes completamente asintomáticos y que, si no presentan factores de riesgo, pueden no detectarse en las etapas iniciales.

En el grupo de los pacientes asintomáticos se incluyen, muchas veces, los casos en los que el aneurisma es una consecuencia del envejecimiento biológico y tiene un avance tan lento como para no necesitar, en principio, más que un seguimiento y adoptar un estilo de vida saludable.

Sin embargo, cuando los aneurismas en la aorta causan síntomas, estos varían dependiendo de la zona donde se localizan:

Síntomas de aneurismas abdominales

Los aneurismas abdominales pueden llegar a palparse en ocasiones, y suelen cursar con problemas digestivos muy variados. Hablamos de vómitos, sensación de saciedad con poca ingesta de comida o de sangre en las heces, pero también de síntomas más comunes a muchas cardiopatías como la tendencia a la inflamación de las extremidades inferiores o sensación de frío constante en los dedos.

Este grupo de aneurismas en la aorta pueden despistar en una primera consulta con el médico de atención primaria porque, al fin y al cabo, al darse unos sí y otros no, se adaptan a la sintomatología de muchas dolencias más frecuentes que el aneurisma aórtico.

que es aneurisma aortico

Síntomas de aneurismas en el tórax

Los aneurismas en el tórax no son palpables y suelen detectarse con pruebas como una ecografía, que muchas veces se realizan por otro motivo.

Entre los síntomas frecuentes, en caso de haberlos, podemos destacar la ronquera, la dificultad para tragar y una tos crónica, que pueden confundirse, a priori, con una esofagitis por reflujo.

Algunos pacientes presentan síntomas, como la tos acompañada de sangre, que indican la necesidad de acelerar la batería de pruebas que se vayan necesitando hasta dar con la causa (no siempre es un aneurisma aórtico).

En otros casos, los dolores o el sangrado afectan a las vías urinarias.

Recuerda que, aunque no es lo frecuente, algunos pacientes presentan más de un aneurisma aórtico.

Tratamiento

El tratamiento inicial depende de cómo es la dilatación en la pared de la aorta en forma y volumen, y de si el paciente presenta o no muchos factores de riesgo que puedan causar un avance rápido.

En personas de edad avanzada y razonablemente sanas, a veces se opta por un seguimiento como primera medida, sin fármacos específicos o con ellos. En cualquier caso, si el paciente no había adoptado antes un estilo de vida cardiosaludable, ahora debe hacerlo.

Cirugía programada

A partir de un volumen de unos 5 cm, valoramos la conveniencia del tratamiento quirúrgico frente al uso de betabloqueantes. También nos preparamos si vemos que un aneurisma aórtico pequeño aumenta de tamaño con celeridad. Siempre es mejor poder realizar un preoperatorio y suspender de manera puntual ciertos fármacos a arriesgarse a la rotura del aneurisma, que implica una cirugía de urgencia.

La operación aneurisma aorta abdominal se lleva a cabo de maneras distintas en función de la localización. Si hablamos de la cirugía para los aneurismas localizados en el tórax, casi siempre se realizan a corazón abierto.

En algunos pacientes, aprovechamos el paso por quirófano para corregir, también, aneurismas medianos.

Cirugía urgente

Es lo que intentamos evitar por todos los medios, no porque no exista un tratamiento descrito en un protocolo, sino por el riesgo elevado de que surjan complicaciones.

Si la arteria aorta llega a sufrir una disección o desgarro, se debilita y hay riesgo de hemorragia interna.

Ahora que ya sabes qué es un aneurisma aórtico y lo que puedes hacer para reducir el riesgo de padecerlo, insistimos en la necesidad de adoptar hábitos saludables desde la juventud y en la importancia de no saltarse revisiones cuando eres un paciente de cardiología al que le hemos pautado, como primera medida, un seguimiento del problema que sea.

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