Los avances en Medicina han permitido desarrollar técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas que reducen los riesgos, minimizan las cicatrices del paciente y reducen notablemente las molestias que sufrirá durante el postoperatorio.
En el campo de la cardiología, este tipo de intervenciones han demostrado ser muy eficaces y, en algunos casos, estas nuevas técnicas quirúrgicas han sustituido a la operación a corazón abierto, minimizando los riesgos de una cirugía de este tipo.
¿Cómo se hace la cirugía videotoracoscópica?
La cirugía videotoracoscópica o VATS es una intervención quirúrgica asistida por vídeo, lo que la convierte en una técnica mínimamente invasiva que resulta muy útil para diagnosticar y tratar problemas de corazón.
A través de esta intervención quirúrgica, se inserta una pequeña cámara, así como otros instrumentos quirúrgicos, en el pecho del paciente, a quien se le practican una o varias incisiones de pequeño tamaño en la pared torácica. Esta cámara, denominada toracoscopio, envía imágenes del interior de la caja torácica del paciente a un monitor. Gracias a estas imágenes, el cirujano puede guiarse durante el procedimiento quirúrgico.
¿Por qué se realiza?
Esta técnica se utiliza para llevar a cabo multitud de procedimientos, como son los siguientes:
- Extracción de tejido: para el diagnóstico de los diferentes tipos de cáncer que se pueden alojar en la caja torácica, entre los que se encuentran el cáncer de pulmón o el mesotelioma pleural.
- Cirugía de pulmón: se trata el cáncer de pulmón o se reduce el volumen del pulmón.
- Extracción de líquido de los pulmones.
- Extracción de aire de la zona que rodea los pulmones.
- Cirugía para el alivio de la hiperhidrosis, una patología que consiste en la sudoración excesiva de quien la sufre.
- Cirugía para tratar problemas en el esófago.
- Esofagectomía: la cirugía videotoracoscópica también se utiliza para llevar a cabo una cirugía de extracción de parte o de la totalidad del esófago.
- Cirugía de hernia de hiato: cuando la parte superior del estómago se introduce, aprovechando un orificio en el diafragma, en la caja torácica, se puede utilizar la cirugía videotoracoscópica para reparar la hernia de hiato.
- Extirpación del timo o timectomía: el timo es un órgano pequeño situado tras el esternón, cuya extirpación también podrá llevarse a cabo gracias a esta técnica quirúrgica.
- Tratamiento del neumotórax espontáneo.
- Tratamiento de los derrames pleurales de más de 2 semanas de evolución.
- Procedimientos relacionados con la columna vertebral, las costillas o el diafragma.
- Cirugías cardíacas.
Aunque esta intervención es utilizada fundamentalmente para tratar patologías pulmonares, lo cierto es que esta técnica quirúrgica resulta muy útil para tratar problemas cardiacos. No obstante, no se ha de perder de vista que esta técnica no es adecuada para cualquier paciente y que será el cardiólogo quien decidirá cuándo es mejor la VATS que la cirugía a corazón abierto. Tampoco se ha de olvidar que se trata de una técnica compleja que requiere la capacitación y experiencia del cardiocirujano.
Ventajas de la cirugía videotoracoscópica
La cirugía videotoracoscópica cuenta con multitud de ventajas que deberán ser tenidas muy en cuenta a la hora de intervenir quirúrgicamente a un paciente:
- Reducción de las molestias que sufrirá el paciente durante el postoperatorio y aceleración de la recuperación tras la operación, lo que permite una reincorporación más temprana al trabajo y a las actividades de la vida diaria.
- Buenos resultados a corto, medio y largo plazo en cirugías oncológicas torácicas. De hecho, esta técnica quirúrgica ha conseguido resultados similares e incluso mejores que la operación a corazón abierto tradicional.
- Cicatrices de pequeño tamaño, ya que la VATS se lleva a cabo a través de varias pequeñas incisiones. Esto supone un resultado estético superior al que se consigue con una cirugía abierta tradicional.
- Menor pérdida de sangre durante la operación y, por lo tanto, menor riesgo.
¿Cuándo está indicada la videotoracoscópica?
Durante los últimos años, las indicaciones de esta técnica quirúrgica se han extendido conforme se han ido desarrollando y perfeccionando los instrumentos para este tipo de intervenciones. Como ya hemos comentado, la VATS es utilizada en intervenciones de pulmón, de columna vertebral, de corazón, de esófago o de la pared torácica, entre otras.
Aunque la VATS es utilizada, sobre todo, por neumólogos, los cardiólogos también podrán aprovechar todas sus ventajas. De hecho, esta técnica quirúrgica ha permitido realizar un nuevo enfoque en la cirugía torácica y cardíaca, ya que respeta al máximo los tejidos y los músculos. Así pues, esta técnica quirúrgica está indicada para las siguientes intervenciones cardiacas:
- Reparación o sustitución de válvulas cardiacas, tanto de la válvula aórtica, como de la válvula mitral y de la tricúspide.
- Cierre de la comunicación interauricular y del agujero oval persistente.
- Intervención quirúrgica para cerrar el defecto septal auriculoventricular.
- Cirugía de bypass de la arteria coronaria.
- Práctica de la técnica de laberinto para el tratamiento de la fibrilación auricular.
- Tratamiento de la fibrilación auricular.
- Tratamiento de patologías cardiacas congénitas de circulación extracorpórea, con lo que se logra una mortalidad y morbilidad cercana a cero, además de conseguir un mejor resultado estético que con la operación a corazón abierto tradicional.
- Extracción de la vena safena para intervenir quirúrgicamente la arteria coronaria.
- Tratamiento de arritmias ventriculares refractarias.
- Reparación de la arteria coronaria.
- Tratamiento de pequeños tumores alojados en la caja torácica que pueden afectar al corazón directa o indirectamente.
Las cirugías cardiacas suelen suscitar temor y muchas dudas en los pacientes, no solo por la propia intervención, sino por el postoperatorio que estas suponen. Sin embargo, con los avances de la Medicina moderna, se han conseguido perfeccionar técnicas quirúrgicas que permiten mejorar el postoperatorio de una cirugía cardiaca, sobre todo si se compara con el de una operación a corazón abierto. Este es el caso de la cirugía videotoracoscópica, una técnica mínimamente invasiva que consigue excelentes resultados en múltiples aspectos.