La cirugía asistida con robots ya es una realidad y se trabaja para lograr aplicarla a nuevas intervenciones, por las ventajas que ofrece para el paciente. La cirugía cardíaca robótica es una de las que deja más patentes tales ventajas, que podemos sintetizar en evitar la operación a corazón abierto y en un postoperatorio mucho más rápido y cómodo para el paciente.
Hoy vamos a contarte cuáles son los tipos de cirugías cardíacas y de los vasos adyacentes que ya se pueden llevar a cabo con estas técnicas, donde uno o más cirujanos controlan los brazos de un robot para realizar cortes y suturas más precisos que los que se pueden realizar a mano. Si el avance en el diseño del corazón artificial aumenta la esperanza de vida de muchos pacientes, la cirugía robótica en cardiología hará que operaciones de riesgo o con una recuperación lenta pasen a ser poco más que una cirugía mayor ambulatoria.
Qué entendemos por cirugía robótica
La cirugía robótica es una forma de operar asistida por robots, que tienen uno o más brazos y son controlados por un cirujano o más de uno.
Los brazos de estos robots permiten realizar incisiones pequeñas y atravesarlas, para trabajar dentro del paciente de manera similar a como se hace con la cirugía laparoscópica, pero en muchos más órganos, como el corazón o el cerebro.
Los movimientos de estos brazos son más precisos y flexibles que los que lograría el más hábil de los cirujanos solo con sus manos. Además, en sus extremos, estos brazos poseen cámaras, bisturíes metálicos o sus alternativas basadas en la tecnología láser o en la electricidad.
Aunque se asocia con una cirugía mínimamente invasiva, también se aplica cirugía robótica en algunas operaciones abiertas para mejorar la tasa de éxito gracias a esos movimientos de precisión inferiores a la escala milimétrica.
¿Por qué se realiza esta cirugía?
A partir de este punto, vamos a referirnos solo a la cirugía cardíaca robótica, es decir, a la que se puede aplicar en operaciones en las que el cirujano cardiólogo es el principal responsable.
La primera gran ventaja es que nos permite, en algunos casos, evitar la cirugía a corazón abierto. Por tanto, no necesitamos seccionar el esternón, cosa que hace el posoperatorio lento y más doloroso, y minimizamos el riesgo de complicaciones asociadas a ese tipo de cirugías abiertas.
Al ser la cirugía robótica un campo en continuo desarrollo, es posible que lleguemos a ver algunas cirugías a corazón abierto donde apliquemos esta técnica para trabajos que requieran de una precisión especial.
La otra gran ventaja es que la recuperación es siempre más rápida, incluso si comparamos estos tiempos con los de cirugías tradicionales mínimamente invasivas. Cortes mínimos y precisos, que cicatrizan antes y suturas tan delicadas como para reducir el tiempo de recuperación.
Además, en algunas cirugías cardíacas robóticas podemos prescindir del uso de una máquina de derivación corazón-pulmón, lo que reduce el riesgo de accidente cerebrovascular y otras complicaciones neurológicas.
La parte menos ventajosa corre a cargo del cirujano. Debe aprender a manejar cada modelo de robot y su uso implica trabajar en quirófano de manera un poco diferente. Recuerda que en un quirófano hay un equipo de médicos siempre, cada uno con su tarea. En el caso de la cirugía cardíaca, a veces trabajan dos cirujanos especialistas de manera coordinada.
Sin embargo, para el paciente todo son ventajas y es por este motivo que cada vez más hospitales apuestan por esta manera de operar que parece cosa del futuro.
Hay que tener presente que no todos los pacientes son candidatos a una cirugía que se pueda realizar con asistencia robótica. Esto se valora con un estudio preoperatorio complementario.
Un campo en continua investigación
En la actualidad, se trabaja con interés para incluir más operaciones y pacientes aptos para beneficiarse de la cirugía cardíaca robótica. La propia investigación hace que nos encontremos, a veces, con más de una manera de proceder ante una cirugía reparatoria concreta asistida por robots.
Por el momento, suele ser el cirujano responsable quien decide cuestiones como qué zona es la de mejor acceso para una operación determinada.
Como paciente, lo mejor es confiar en el método con el que el cirujano que te vaya a operar se encuentre más familiarizado o considere mejor para tu caso. Llegará un día donde cada cirugía robótica cardíaca cuente con su propio protocolo, aunque siempre habrá pacientes con casos complejos que puedan requerir una estrategia adaptada a ellos.
La experiencia de los profesionales seguirá siendo una variable de peso para estos pacientes que no se ajustan a la norma.
Aplicaciones habituales de la cirugía cardíaca robótica
Actualmente, las cirugías donde podemos aprovechar la ventaja que brinda la cirugía cardíaca robótica son:
- Reparaciones o sustituciones de la válvula mitral.
- Defectos septales de la válvula tricúspide.
- Algunos tipos de tumores cardíacos, sobre todo benignos.
- Cirugía para controlar o corregir las arritmias, en concreto de la fibrilación auricular.
La cirugía cardíaca robótica es una realidad que aumenta la tasa de éxito y acorta los tiempos de recuperación y postoperatorio del paciente. Se sigue investigando para poder aplicarla cada vez a más pacientes, como pueden ser aquellos que necesiten de una reparación de la válvula aórtica.
En la cirugía robótica no existe contacto directo entre las manos del cirujano y el cuerpo del paciente. Se accede al interior del cuerpo y allí se trabaja con uno o más brazos del robot que controla el cirujano con la ayuda de una consola y unos mandos. Este control mediado permite movimientos mucho más precisos y flexibles que los que podrían conseguirse con las manos del cirujano y, sobre todo, reducir el nivel de invasividad de los procedimientos quirúrgicos que afectan al corazón, a las válvulas o a los vasos que comunican con él. También nos permite controlar algunos tipos de arritmias o prescindir, en ocasiones, de la circulación extracorpórea.