Tipos de infarto de miocardio

La búsqueda de información sobre los distintos tipos de infarto de miocardio es algo muy habitual porque es una de las principales enfermedades cardiovasculares. En las siguientes líneas, vamos a intentar explicar sus categorías y síntomas de la forma más clara posible, así como los tratamientos con los que se puede afrontar.

Qué es un infarto de miocardio

El infarto de miocardio (IM) es el bloqueo del suministro de sangre al tejido muscular del corazón. La obstrucción de una arteria coronaria provoca la muerte del tejido que irriga, lo que puede ocasionar un daño severo al corazón.

Una de las formas de identificar problemas cardíacos es medir los impulsos del corazón con un electrocardiograma (ECG). Cuando hay una obstrucción arterial prolongada, se denomina síndrome coronario agudo o infarto de miocardio con onda Q. Cuando esa obstrucción afecta a las arterias más pequeñas y la zona dañada es más reducida, se clasifica como infarto de miocardio sin onda Q.

En el diagnóstico del IM también se detectan mediante analítica sanguínea variaciones en la concentración de biomarcadores cardíacos, sobre todo, troponinas.

tipos de infarto de miocardio

Hay numerosos factores de riesgo que pueden influir en la aparición de un IM, pero los principales son el tabaquismo, la hipertensión arterial, niveles altos de colesterol, la diabetes mellitus, el sedentarismo, la obesidad o el estrés.

Tipos de infarto de miocardio

Para clasificar los infartos de miocardio, la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) ha establecido cinco tipos en su consenso ESC sobre la cuarta definición del infarto de miocardio del año 2018.

Infarto de miocardio tipo 1

El primer tipo de IM tiene su origen en la aterotrombosis, es decir, un trombo oclusivo. Se trata de un proceso inflamatorio de las arterias caracterizado por el engrosamiento de la pared vascular. Afecta a la circulación periférica, coronaria, y cerebral. Además del infarto de miocardio, el trombo puede provocar un ictus o una enfermedad arterial periférica.

Una característica importante del infarto tipo 1 es que se produce de manera espontánea.

Infarto de miocardio tipo 2

Los infartos de miocardio tipo 2 tienen su origen en el desequilibrio entre la demanda y el suministro de oxígeno. Tanto el aumento de la demanda de oxígeno como su disminución derivan de la hipotensión.

Infarto de miocardio tipo 3

El infarto de miocardio tipo 3 se diagnostica por el aumento de la concentración de cTn (troponina) en sangre.  La prueba de estos biomarcadores se realiza entre una y tres horas después del infarto. Así, el daño se clasificará tipo 3 si un paciente con síntomas de isquemia miocárdica fallece antes de que se pueda detectar la elevada concentración de cTn.

Infarto de miocardio tipo 4

Cuando el infarto se deriva de procedimientos, intervenciones o a causa de complicaciones tras la colocación de un dispositivo, se considera un IM tipo 4. En esta categoría hay tres subtipos: a, b y c.

El IM 4a es el infarto relacionado con intervención coronaria percutánea o ICP. Como en el tipo 3, se diagnostica por el aumento de la troponina en la sangre.

Por su parte, el IM 4b está provocado por una trombosis del stent. El stent es un tubo de malla que se utiliza para abrir los vasos sanguíneos obstruidos. Esta trombosis es una complicación derivada de la formación de coágulos en el interior del stent, y está asociada a una elevada mortalidad.

En el IM 4c la causa de la lesión se encuentra en una reestenosis. Se trata de una respuesta orgánica a la lesión en la pared del vaso sanguíneo que, a su vez, provoca un aumento excesivo de tejido en una zona del stent.

Infarto de miocardio tipo 5

El IM tipo 5 también está relacionado con intervenciones quirúrgicas. En este caso, se trata de la cirugía de revascularización miocárdica (CRM) o bypass coronario, que se realiza en casos de obstrucción o estrechamiento de las arterias coronarias. El aumento de troponina sanguínea podría indicar la existencia de una lesión en el corazón derivada de la CRM.

Síntomas y tratamiento

Los síntomas pueden variar entre hombres y mujeres, pero, en general, podemos destacar los siguientes:

  • dolor en el pecho, que puede irradiarse hacia brazos, mandíbula y cuello,
  • falta de aliento,
  • sudoración,
  • fatiga extrema,
  • dolor en la parte superior del abdomen,
  • sensación de ansiedad,
  • náuseas, y
  • mareos.

Para abordar la dolencia, hay tratamientos farmacológicos y quirúrgicos.

Tratamientos farmacológicos

Para calmar el dolor se utilizan analgésicos, incluso la morfina si es muy intenso.

Se suelen administrar betabloqueantes, para reducir el consumo de oxígeno de las células del corazón y mejorar la circulación sanguínea.

También se usan antiplaquetarios para evitar la aparición de coágulos, como el ácido acetilsalicílico, y anticoagulantes, como la heparina. Las estatinas se administran para reducir los niveles de colesterol en sangre.

Tratamientos quirúrgicos

La angioplastia es la colocación de un tubo de malla, el ya citado stent, en la pared de la arteria para favorecer el flujo sanguíneo. Se lleva a cabo mediante un catéter a través de las arterias de las extremidades. El stent puede ser de metal o farmacoactivo.

El bypass coronario consiste en la implantación de un puente para que la sangre supere la obstrucción. Para ello, se une una arteria radial o la vena safena con la arteria coronaria.

En este ámbito, el Servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital Universitario La Paz es uno de los más prestigiosos del país y ya ha intervenido a más de 20 000 pacientes de cirugía cardíaca mayor.

Los tratamientos quirúrgicos pueden complementarse con los farmacológicos y también puede ser necesaria medicación adicional para prevenir nuevos infartos.

 

Hemos visto los tipos de infarto de miocardio, una de las principales enfermedades cardiovasculares. Su sintomatología es idéntica a las de las anginas de pecho, aunque su intensidad y duración es mayor. Pero no te quedes con dudas, contáctanos ahora para recibir la información que necesitas.

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