El síndrome de Raynaud es un trastorno que obedece a causas diversas. Se produce cuando disminuye el flujo de sangre en algunas partes del cuerpo, muy especialmente a la parte distal de las extremidades superiores e inferiores.
Se calcula que la prevalencia del síndrome de Raynaud se sitúa entre el 3 % y el 5 % de la población. La estimación no es enteramente fiable, porque los casos de carácter muy leve suelen pasar desapercibidos y, por tanto, no son diagnosticados.
Conozcamos, pues, cuáles son las particularidades del síndrome Raynaud, sus causas, sus tipos y las distintas opciones de tratamiento.
Síndrome de Raynaud: sus causas
Según su etiología, hay dos tipos básicos de síndrome de Raynaud:
- Síndrome de Raynaud primario
- Síndrome de Raynaud secundario
El síndrome de Raynaud primario es de etiología desconocida; es decir, no se sabe cuál es la causa que lo provoca y no está asociado a ningún trastorno ni enfermedad.
Y el síndrome de Raynaud secundario no es más que una manifestación física de otra afección o de alguna circunstancia ambiental concreta, como:
- Trastornos vasculares.
- Enfermedades autoinmunes, caso del lupus, la artritis reumatoide o el síndrome de Sjögren.
- Lesiones o afecciones del tejido nervioso.
- Infecciones.
- La exposición continuada a ciertas sustancias y medicamentos (que detallamos a continuación).
Factores de riesgo o desencadenantes
Los factores de riesgo o que pueden desencadenar episodios de síndrome de Raynaud son los siguientes:
- El sexo: las mujeres tienen más riesgo que los hombres de padecer de síndrome de Raynaud, especialmente el primario.
- La edad: el síndrome de Raynaud suele aparecer entre los 15 y los 30 años, aunque puede manifestarse a cualquier edad.
- El lugar de residencia: las zonas muy frías o en las que los cambios de temperatura son muy bruscos actúan como desencadenantes de los episodios de vasoconstricción.
- El tabaquismo: el consumo de tabaco es factor de riesgo de primer orden
- El consumo abusivo de alcohol: a bajas dosis, el alcohol es un vasodilatador. Pero a dosis muy altas, sus efectos son vasoconstrictores.
- El estrés: las situaciones de ansiedad, nerviosismo o tensión emocional pueden provocar contracción de los vasos sanguíneos.
- El uso de algunos fármacos, caso de los betabloqueantes, los anticonceptivos orales o los descongestivos.
- La exposición a sustancias tan dispares como la cafeína, el cloruro de vinilo o el plomo.
- Padecer hipertensión, hipercolesterolemia o diabetes.
Síntomas del síndrome de Raynaud
Cuando una persona padece este síndrome, sus vasos sanguíneos se contraen excesivamente en respuesta al frío e incluso al estrés, lo que provoca un súbito descenso del flujo sanguíneo.
La consecuencia directa es que las zonas afectadas (normalmente las manos y los pies) adquieren una coloración anormalmente blanca, azulada o amoratada. Esto puede ocurrir en toda la extremidad o en zonas concretas de las palmas de las manos, las plantas de los pies o los dedos de esos miembros.
En general, los episodios son notablemente molestos para quien los sufre, puesto que cursan con insensibilidad y entumecimiento de la zona. Algunas personas refieren también dolor o sensación de quemazón, especialmente cuando las zonas afectadas vuelven a entrar en calor y se restablece la circulación.
Tratamiento del síndrome de Raynaud
El tratamiento del síndrome de Raynaud depende de la causa, de la gravedad y de la frecuencia de los episodios. En el caso del síndrome de Raynaud primario, el tratamiento es de carácter exclusivamente paliativo, es decir, su objetivo es reducir la frecuencia de los episodios, su virulencia y las molestias asociadas.
Cuando se trata de un síndrome de Raynaud secundario, el tratamiento se focaliza en la enfermedad o trastorno que lo provoca, lo que no implica necesariamente renunciar a la terapia paliativa. En cualquiera de ambos casos, el paciente ha de procurar:
- Evitar el frío y el estrés, dos de los principales desencadenantes de los episodios de vasoconstricción.
- En caso de que no pueda evitar la exposición al frío, proteger las zonas distales (manos y pies) con prendas de abrigo.
- No tomar baños en aguas frías.
- Dejar de fumar.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol.
- No consumir drogas recreativas.
- Evitar la ingestión de productos que contengan cafeína.
- Hacer ejercicio moderado con regularidad y/o masajear frecuentemente las zonas afectadas.
- Controlar las enfermedades asociadas, como la hipertensión, el colesterol o la diabetes.
Respecto a la terapia medicamentosa, pueden recetarse ciertos fármacos para tratar el síndrome de Raynaud, especialmente cuando los episodios son severos o muy frecuentes. Los siguientes medicamentos actúan dilatando los vasos sanguíneos y reduciendo la vasoconstricción:
- Bloqueadores de los canales de calcio, como la nifedipina, la amlodipina o la felodipina.
- Vasodilatadores, como el losartán, el sildenafilo o la fluoxetina.
- Las prostaglandinas, caso del alprostadil o el iloprost.
En casos muy severos, que no responden a los tratamientos anteriores o que presentan necrosis o ulceraciones, puede ser necesario recurrir a otro tipo de terapias, como:
- La cirugía de los nervios simpáticos, que son los que controlan la contracción de los vasos sanguíneos.
- Las infiltraciones de toxina botulínica, que bloquean la liberación de sustancias que causan vasoconstricción.
Añadimos que algunas personas con síndrome de Raynaud presentan señales que pueden parecerse a las indicativas de que existe una obstrucción arterial (arteria obstruida: síntomas), como la angina de pecho variante. En esos casos, es el cardiólogo quien debe descartar la existencia de una obstrucción arterial de carácter permanente.
En definitiva, ante la sospecha clínica de un posible síndrome de Raynaud, las causas han de ser establecidas por un médico especialista. En función de los síntomas observados y del historial médico del paciente, corresponde al médico de atención primaria decidir qué tipo de especialista ha de examinar al paciente.
Si has sido diagnosticado de síndrome de Raynaud, sean cuales sean las causas, contáctanos: recuerda que en el área de consultas del Hospital Universitario La Paz dispones de todo tipo de médicos especialistas.