Qué es una valvulopatía

Las valvulopatías son un conjunto de enfermedades causadas por un mal funcionamiento de una o más válvulas del corazón. Desde el punto de vista fisiológico, los dos tipos de valvulopatías más diagnosticados son la estenosis y la insuficiencia valvular.

La gravedad de una valvulopatía depende de su fase o grado (trivial, leve, moderado o severo), pero también de si aparece aislada y cuál o cuáles de las cuatro válvulas del corazón se ven afectadas.

Ponderando la gravedad y el modo en que afecta una valvulopatía a la calidad de vida, decidimos si el momento óptimo para la cirugía es inminente o si se puede demorar; incluso si no es necesario realizar la operación.

Por supuesto, desde que se detecta un fallo en el funcionamiento o la estructura de una válvula cardíaca, es necesario un seguimiento y, en ocasiones, adoptar cierto estilo de vida o comenzar con el uso de algunos fármacos pensados para intentar frenar el avance de la lesión.

Tipos de valvulopatías

Además de la clasificación en valvulopatías congénitas —presentes en el momento de nacer— y adquiridas —las que aparecen por envejecimiento o como consecuencia de haber sufrido ciertas enfermedades—, diferenciamos en las valvulopatías entre las insuficiencias y las estenosis.

Insuficiencia valvular

Hablamos de insuficiencia cuando los velos de una o más válvulas no se cierran de manera correcta y hacen que la sangre circule de manera contraria al flujo normal (regurgitación). En muchos casos de insuficiencia valvular, los soplos se pueden detectar con una auscultación realizada por un cardiólogo, aunque en otros son inapreciables al oído.

Por suerte, con una prueba no invasiva como es el ecocardiograma podemos obtener información que confirme o desmienta las sospechas de insuficiencia valvular detectadas en exploraciones rutinarias.

Qué es una valvulopatía

Estenosis

En Medicina, siempre que hablamos de estenosis nos referimos a un estrechamiento que produce daños o fallos en la funcionalidad de algún órgano. La estenosis valvular se produce cuando los velos se vuelven rígidos o gruesos y estrechan el orificio por donde la sangre circula. Este estrechamiento repercute en la eficacia de la función cardíaca y/o en los gradientes de presiones internas que debe soportar la válvula afectada y las cavidades que comunica.

Atresia

La atresia valvular designa aquellos casos de valvulopatías congénitas en los que la válvula no se forma o lo hace de un modo mínimo, insuficiente para poder lograr un funcionamiento correcto del corazón. En este caso, el tratamiento exige el reemplazo por vía quirúrgica.

Es frecuente que se den a la vez estenosis valvulares con insuficiencias o que, a medida que una insuficiencia valvular avance, termine causando también cierta estenosis. También común la valvulopatía doble o triple (2 o 3 válvulas afectadas).

¿Qué causa una valvulopatía?

Teniendo claro qué es una valvulopatía, los principales tipos y lo habitual que resulta que se combinen estenosis con insuficiencia, toca preguntarse por qué se producen estas lesiones en las válvulas del corazón, en todas o solo en alguna.

Valvulopatía congénita

Hablamos de valvulopatía congénita cuando se produce durante el desarrollo fetal y el paciente ya nace con ella, con independencia de si se mantiene estable o avanza con el tiempo.

Las valvulopatías congénitas no siempre tienen un origen genético, y en ocasiones se deben a exposiciones ambientales durante el embarazo de la madre o a puro azar. En otros casos, todavía no tenemos claras las causas, pues suele haber más de una.

 

Valvulopatía adquirida

Cuando un paciente nace con las cuatro válvulas cardíacas completamente sanas y alguna se daña en el transcurso de la vida, estamos ante una valvulopatía adquirida, un campo muy amplio.

Hay lesiones valvulares que son frecuentes en personas de edad avanzada y pueden entenderse como un efecto adverso del envejecimiento biológico. Pero también hay quienes sufren lesiones de una o más válvulas tras pasar por ciertas enfermedades: la fiebre reumática y la endocarditis son las primeras que se nos vienen a la mente a los cardiólogos, o la exposición a ciertas sustancias.

Las sustancias que pueden causar valvulopatías son diversas. En ocasiones se trata de contaminantes ambientales, otras veces de tóxicos que el paciente consume con conocimiento de causa, como el alcohol o tabaco, y en ocasiones fármacos. Como es evidente, se intenta prescribir fármacos con muy baja probabilidad de causar daños en órganos importantes, pero existen situaciones de vida o muerte y casos donde no existe otra opción. El ejemplo más fácil de entender hablando de fármacos que pueden lesionar el corazón es el de algunos tratamientos de quimioterapia, sin los cuales los pacientes no llegarían a sobrevivir a un cáncer.

¿Cómo se trata?

La palabra valvulopatía puede sonar peligrosa al paciente, pero es importante saber que hay valvulopatías triviales o mínimas, y en muchos casos ni llegan a interferir con la calidad de vida ni implican limitaciones, solo hábitos saludables e intentar mantener el peso y los valores de tensión arterial en parámetros aceptables. Incluso existen pacientes que no precisan tratamiento para su valvulopatía, solo unas revisiones anuales o bianuales que confirmen el estancamiento del proceso.

Si una valvulopatía leve no avanza, no suele ser motivo de preocupación, salvo si coexiste con otras lesiones del corazón concretas.

Fármacos y seguimiento

Para los casos leves o moderados, pero de avance lento o que no empeoran con el paso de los años (procesos estancados), la primera estrategia de tratamiento suele ser farmacológica. Prescribimos una serie de medicamentos que alivian el trabajo extra que ha de realizar el corazón por la lesión valvular, y hacemos un seguimiento para comprobar el estado de las válvulas y del órgano completo: dimensiones y grosor de paredes, si una zona se empieza a hipertrofiar o dilatar, etcétera.

Ante la necesidad de una cirugía cardíaca, si existe una valvulopatía leve y es posible repararla a la vez que se lleva a cabo la otra cirugía, podemos aprovechar para hacerlo todo en un mismo procedimiento en lugar de demorar la reparación valvular unos años.

Reparación o recambio de la válvula

Si se necesita reparar la válvula, pasamos a estudiar qué es más conveniente para cada paciente, la propia reparación o un reemplazo de la misma.

Qué es una valvulopatía

Podemos sustituir las válvulas dañadas por válvulas artificiales del corazón y también válvulas biocompatibles. Ambos tipos de válvulas de reemplazo están en continua mejora, aunque la elección de una u otra suele estar condicionada por la edad del paciente.

Las válvulas artificiales actuales ofrecen una vida útil muy superior a las biocompatibles, de modo que estas últimas no se aconsejan a personas jóvenes, para evitarles cirugías periódicas.

En la Asociación de portadores de válvulas puedes encontrar testimonios de muchos pacientes que llevan una vida normal gracias a un cambio en una o más válvulas del corazón dañadas.

 

El término valvulopatía engloba muchos casos. Al explicar a un paciente qué es una valvulopatía, no debemos omitir la información relacionada con los diferentes grados y si la valvulopatía coexiste o no con otras lesiones del corazón o de los vasos con los que comunica. Estos y otros factores son los que determinan cuál es mejor tratamiento para cada paciente.

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