Ataque cardiaco: tratamiento

Un ataque cardiaco, también conocido como infarto de miocardio o IM, es una emergencia médica que ocurre cuando el flujo de sangre al corazón queda bloqueado de manera repentina. Esto impide que el músculo cardíaco reciba el oxígeno que necesita, lo que puede derivar en daños irreversibles en el tejido.

Esta obstrucción del riego sanguíneo generalmente está provocada por la acumulación de placas de colesterol o grasa en las arterias coronarias, que son las que suministran sangre y oxígeno al corazón. Si una de esas placas se desprende de las paredes de la arteria, se puede formar un coágulo que tapone por completo el flujo de la sangre. Por lo tanto, en un ataque cardíaco el tratamiento se debe realizar de manera urgente.

Cómo afecta un ataque cardíaco

¿Qué le ocurre al corazón y otros órganos durante un ataque cardíaco? Durante un ataque cardiaco, el tejido cardíaco empieza a morir debido a la falta de oxígeno. Cuanto más tiempo pasa sin tratamiento, mayor es el daño al corazón. Este daño puede dar lugar a una disminución permanente de la capacidad del corazón para bombear sangre, lo que afectaría, en una especie de efecto dominó, a otros órganos y sistemas del organismo que dependen de un suministro constante de oxígeno y nutrientes. Por ejemplo, el cerebro, es una de las áreas que más rápidamente se ven afectadas cuando la circulación es insuficiente. El hígado y los riñones también pueden dejar de funcionar correctamente si hay una disminución de riego sanguíneo y, por lo tanto, de oxígeno.

Actuar rápidamente es vital porque el tratamiento para el ataque cardiaco es la única opción para restaurar el flujo sanguíneo al corazón y minimizar el daño al resto de los tejidos. Cuanto antes se restaure el flujo sanguíneo, mejor será la recuperación y menor será el riesgo de complicaciones severas o muerte.

Un infarto no supone un fallecimiento inmediato, pero el margen de tiempo para actuar es breve y se debe tratar al paciente antes de las tres o cuatro primeras horas. De ahí la importancia de saber identificar los síntomas del ataque cardiaco.

Síntomas de un ataque cardíaco en hombres y mujeres

Se sabe que hombres y mujeres pueden experimentar los síntomas de un infarto de miocardio de manera diferente.

Síntomas en hombres

  • Dolor o molestia en el pecho, a menudo descrito como una sensación de presión, opresión o aplastamiento.
  • Dolor que se irradia a los brazos, espalda, cuello, mandíbula o estómago.
    Sudoración abundante.
  • Dificultad para respirar.
  • Aturdimiento o desmayos.
  • Náuseas o vómitos.

Síntomas en mujeres

Además de los anteriores, las mujeres pueden experimentar otros síntomas.

  • Fatiga inusual.
  • Dolor en la parte superior del abdomen.
  • Indigestión o ardor de estómago.
  • Dolor en la espalda, mandíbula o garganta.
  • Mareos.

Si se experimenta algunos de estos síntomas, no hay que esperar a que desaparezcan por sí solos, ya que cada minuto puede ser crucial.

Pruebas para diagnosticar un ataque cardíaco

Para diagnosticar un ataque cardíaco, los médicos utilizan una combinación de pruebas como el electrocardiograma (ECG), que registra la actividad eléctrica del corazón y puede mostrar signos de daño al músculo cardíaco.

También se puede solicitar una radiografía de tórax y un ecocardiograma, que utiliza ondas sonoras para crear imágenes del corazón y mostrar su funcionamiento.

Asimismo, se puede realizar una angiografía coronaria, una prueba que emplea tinte y rayos X especiales para visualizar el interior de las arterias coronarias. Además, es necesario obtener un análisis de sangre para detectar posibles elevados de troponinas, unas proteínas que se liberan cuando se daña el músculo cardíaco.

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Tratamiento para el ataque cardiaco

Cuando un paciente sufre un infarto de miocardio, el tratamiento de emergencia consiste en restaurar el flujo sanguíneo al corazón y prevenir daños mayores. Los tipos de tratamiento habituales son la trombólisis, la angioplastia coronaria y el bypass coronario.

La trombólisis, también conocida como fibrinolisis o tratamiento antitrombótico, consiste en administrar una serie de medicamentos que disuelven los coágulos sanguíneos. Este tratamiento se emplea típicamente en las primeras horas después de un infarto para abrir las arterias obstruidas y restablecer el flujo de sangre al corazón. La trombólisis es especialmente beneficiosa cuando no es posible realizar una angioplastia coronaria de manera inmediata.

La angioplastia coronaria es un procedimiento invasivo que se utiliza para abrir arterias coronarias estrechas o bloqueadas. Para ello se emplea un catéter con un balón en su extremo que se introduce en la arteria obstruida y se infla para comprimir la placa de colesterol y restablecer el flujo sanguíneo. En muchos casos, se coloca un stent, una especie de tubo pequeño, en la arteria para mantenerla abierta y prevenir futuros bloqueos. La angioplastia coronaria es una opción preferida cuando se puede realizar rápidamente y el paciente es un buen candidato para el procedimiento.

El bypass coronario, o cirugía de revascularización miocárdica, es una intervención quirúrgica más delicada. Con ella se crea un nuevo camino para el flujo sanguíneo alrededor de una arteria coronaria obstruida. Durante la cirugía, se utiliza un injerto para desviar la sangre alrededor de la obstrucción y restablecer así el suministro de sangre al corazón. El bypass coronario se realiza en pacientes cuyas arterias coronarias están gravemente obstruidas y no se pueden tratar de manera efectiva, ni con trombólisis ni con angioplastia.

En los casos más graves, los tejidos y las válvulas del corazón están tan dañados que es necesario considerar un trasplante. Actualmente, se puede incluso estudiar la opción de implantar un corazón artificial con el cual el paciente puede vivir con relativa tranquilidad mientras se encuentra en lista de espera para ser trasplantado.

Tratamiento a largo plazo

La persona que ha sufrido un daño cardiaco necesita un tratamiento médico constante a base de fármacos como estatinas, betabloqueadores o inhibidores de la ECA, para prevenir que vuelva a ocurrir un nuevo bloqueo en las arterias.

El paciente recibe también asesoramiento y educación para la salud del corazón, así como pautas de ejercicio regular y dieta saludable para prevenir problemas de salud que afectan directamente al sistema cardiovascular.

La esperanza de vida después de un ataque cardíaco varía según la extensión del daño cardíaco, la rapidez y efectividad del tratamiento recibido, y el compromiso con cambios en el estilo de vida y tratamientos médicos posteriores.

Si necesitas información sobre el tratamiento de un ataque cardíaco, contáctanos y evaluaremos tu caso para poder ofrecerte la mejor ayuda posible.

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